jueves, 23 de julio de 2009

Fast and Furious...¿KellorK?


Así como usted lo lee, nuestros aventajados jóvenes kellorkinos han descubierto una nueva forma de entretención que se viene a sumar a su ya amplio panorama de ocupación del tiempo libre. No tiene más que asomarse por la hermosa y concurrida plaza de la ciudad puerto, pasada las once de la noche, para maravillarse con enchulados bólidos que rugen y corren a toda velocidad por los doscientos o trescientos metros de Avenida La Paz, para deleite de vecinos y borrachos varios que pululan por el centro de la comuna del sur de la isla.
Alcanzando velocidades inimaginables para sus máquinas tuneadas, estos émulos de Vin Diesel (protagonista de la saga Rápido y Furioso) avanzan raudos por las maltrechas calles de KellorK realizando peligrosas maniobras, capaces de quitarles la vida a ellos o a quien se les cruce por delante.
Esto último no lo decimos por mero azar o conclusión rápida, sino por hechos constatables, físicos y/o psicológicos documentados por el staff que produce este blog. Los bólidos son "enchulados", por tanto, hablamos de modelos del 2000 o anteriores, que por fabricación NO están diseñados para correr. Además, está claro que estos jóvenes ( y algunos no tanto) están, por decirlo de alguna manera, más lubricados que sus propios autos.O andan con el radiador pasado.
Otro hecho psicológico destacable es la presencia femenina. Un sinnúmero de menores de edad rodean los vehículos y a sus dueños, con la esperanza de dar un tour por el gran centro cívico a alta velocidad. Si todo sale bien muchas de ellas pasarán un par de días asustadas a fin de mes, y otras, las más, tendrán lindos bebés de un solo apellido nueve meses más tarde.
Así que, bien por la juventud de Kellork, que enseña al resto de los chilotes cómo se hace para arruinarse o perder la vida...¿dónde está la policía?...dónde están las autoridades?

lunes, 6 de julio de 2009

Otra vez me traiciona el inconsciente


Sin saber cómo, me encontré en la desagradable situación de ser un indocumentado. No es que haya viajado fuera del país para buscar mejores horizontes, o huyendo de una condena carcelaria injusta, sino que simplemente, por la habituales razones que llenan este blog, ahora, perdí mis documentos; mi billetera completa pasó a engrosar las filas de cosas que he perdido. Y aunque parezca menos trágico, o un simple desliz, déjenme decirles que es todo, menos gracioso.
Primero, debes soportar las burlas de todos los conocidos que tuvieron la desgracia de ver el estado calamitoso en que transitabas por entre las mesas del pub, a altas horas de la madrugada, lo que ya es terrible, sumando a esto que además una damisela que atrae tu atención notó por enésima vez el energúmeno en el que te conviertes con más de tres rones (si es que no fue blanco de tus desilusionadas-y despechadas- intenciones)
Segundo, la cantidad de trámites que debes realizar para cerrar, cancelar, renovar y bloquear todo tipo de papeles que suelen existir en una billetera, y que legalmente, y lamentablemente, constituyen, lo aceptes o no, tu identidad.
Tercero, lo engorroso de rearmar sucesos que se encuentran fragmentados en esos lugares del cerebro que sólo se activan con estímulos directos (es decir con cirugía invasiva y sólo viable si de algo te vas a morir), a fin de acercarte a los injuriados para pedir las disculpas necesarias en cada caso-de ser pertinente- o bien para tomarte todo con calma y pasarlo como un mal recuerdo del cual no vale la pena hacer más memoria.
Finalizando, chicos, háganme caso, no tomen más...tomen la misma cantidad.